(Angry Birds, 2016)
Director: Clay Kaytis, Fergal Reilly
Estudio: Sony Pictures
Clasificación: Todo público
Género: Aventura, animación
Calificación: 8.0 de 10
La maldición de los videojuegos llevados al cine ha perdurado desde hace décadas. Desde Super Mario Bros. (1993), pasando por Doom (1996) hasta el Principe de Persia (2010) , entre muchas más, no han tenido mucho éxito. Hay algunas excepciones, como Tomb Raider o Resident Evil , que se han convertido en franquicias con varias secuelas, pero al final de cuentas, no dejan de pertenecer a un nicho de mercado reducido. Pero ha llegado Angry Birds, que se estrena este fin de semana en México, y parece que todo cambiará.
La cinta narra la historia de una isla poblada por aves de distintas clases, y un día es invadida por unos puerquitos con malas intenciones.
Angry Birds está basada en el videojuego del mismo nombre, que ha sido muy popular en los últimos años en las nuevas plataformas que existen en la actualidad, los smartphones y tablets. Nunca he sido fan del juego, pero se nota a leguas que la historia está muy bien adaptada, extendiendo la trama pero sin perder su esencia. La cinta es garantía de entretenimiento para chicos y grandes. Es colorida, llena de simpáticos personajes, y situaciones muy cómicas.
La cinta marca el inicio de una nueva franquicia de los Estudios Sony, que junto a Hotel Transylvania, buscan de alguna manera contrarrestar lo que hace Universal con Despicable Me, ( y acaba de comprar a Dreamworks Animation), y sobre todo Disney con su gran cantidad de contenido animado.
Tampoco es un clásico ni mucho menos. Angry Birds no es la octava maravilla, pero al menos podemos decir que termina con la maldición de las malas adaptaciones de videojuegos. Recomendable para toda la familia.